FRIDA Y DIEGO: VIDAS COMPARTIDAS
Por Viviana Perez Lorca
Por Viviana Perez Lorca
Agradecimientos especiales a: Patricia, Emilio (guías) y Tomás Pulido (comunicaciones)
Tener la posibilidad de ver obras de
grandes autores en nuestro país es realmente un gran privilegio. Chile se ha
transformado, en estos últimos años, en un lugar especial e ideal para la exhibición de
diferentes obras, técnicas y artistas; dentro de esto cabe mencionar la tercera
bienal de FOTOAMERICA, que fue presentada a finales del 2008, evento que reunió
una gran cantidad de imágenes fotográficas, que abarcaban diferentes tópicos y
épocas.
Con respecto al tema de Fotoamérica me
referiré en otro texto, pues lo que ahora nos convoca es la extraordinaria
muestra que esta siendo exhibida en el Centro Cultural Palacio de la Moneda, lugar
que durante un tiempo hasta ahora ha mostrado a los visitantes que los espacios
para la cultura en nuestro país, a pesar de nuestra juventud como patria libre
e independiente, pueden llegar a buenos niveles, quizás no tanto como los
europeos pues nos falta madurez, pero si mantenemos la fuerza, dedicación y el deseo de aprender
acerca de otras sociedades y formas de expresión, poco a poco podemos seguirle
los pasos a países que tienen una cultura artística cientos de años mas
adelantada que la nuestra; lo único que requerimos en estos momentos es mejorar
nuestro comportamiento en sociedad para aprender a visitar y apreciar estos
valiosos espacios, y así extasiarnos con la genialidad de autores tan
destacados y valiosos como lo son Frida Kahlo y Diego Rivera, dos
extraordinarios pintores mexicanos que por fin podemos conocer directamente a través
de la contemplación de sus magnificas obras.
Desde hace mucho tiempo he admirado
enormemente la obra de Frida Kahlo: Durante mis años como estudiante de
Licenciatura en Arte (1992-1996), ya apreciaba sus extraordinarias pinturas
llenas de colorido, soltura, emoción y dolor (tanto físico, como emocional). A
pesar de no ser tan académica como lo fue Diego Rivera, debido a su formación
autodidacta, eso no va en contra de su calidad como artista ni la limita en el
momento de expresarse a través de la pintura. Cabe mencionar que André Bretón,
el fundador del movimiento Surrealista, queda sorprendido al momento de conocer
la obra de Frida, a quien le dice que por su estilo es Surrealista, apreciación
que Frida no comparte pues ella le refuta diciendo que ella no es Surrealista
pues no pinta sueños, sino que lo que ella ahí muestra es su propia vida,
emoción y realidad
Debo admitir, que en lo personal
admiro y gusto más de la obra de Frida Kahlo que la de Diego Rivera. Tuve la
oportunidad de ahondar en su vida y en la de otras cuatro mujeres artistas que
conformaron una obra gráfica que realice, con ayuda del Fondart, en el año 1999
mientras vivía en Linares: “Visiones Luminosas de Mujeres Creadoras”
(Interpretaciones). El involucrarme en la historia personal y en la obra de
todas estas artistas (Camile Claudell, Artemisia Gentileschi, Diane Arbus,
Teresa Wilms Montt y Frida Kahlo), me ayudó a conocer y apreciar aun mas el
trabajo que ellas realizaron en períodos en que la mujer no era tan valorada
como artista o creadora; fueron adelantadas a su época, vanguardistas en
espacios donde la mayoría de las veces se desenvolvían mejor los hombres, por
ello, en algunos casos eran incomprendidas.
Frida, a diferencia de las otras
autoras, fue bien apreciada por sus pares, admirada tanto en México como en
Estados Unidos y a pesar de que Diego parecía hacerle sombra debido a la
grandiosidad de los murales que realizaba, Frida brillaba con luz propia,
destacándose en paralelo con aquel que escogió como su compañero de vida.
Pero a pesar del aprecio y valor que
le otorgaban quienes le admiraban, su gran enemigo siempre fue el dolor, a la
vez que la fuente de inspiración de muchas de sus obras, un dolor no solo
físico, provocado tanto por la poliomelitis que tuvo de muy pequeña o el
accidente que marcó su vida cuando fue atravesada por un pasa manos de madera
de la micro en que viajaba, el cual perforó su útero y rompió su columna en
tres partes, sino también el dolor emocional que le provocaban las constantes
infidelidades de Diego, quien normalmente rompía ese vinculo invisible que
ellos tenían; además, los reiterados abortos espontáneos que sufrió debido a
que su vientre rechazaba siempre los fetos en formación, y el no poder darle un
hijo a Diego siempre la frustró, quizás por eso, en muchas de sus obras así
como en su Diario de vida, Frida lo menciona como su niño, transformándolo así
en el hijo que nunca tuvo, una relación mas maternal hacia él que de pareja,
tal vez por ello lo perdonaba una y otra vez después de haberla hecho sufrir
intensamente.
LA EXPOSICIÓN
Frida y Diego: Vidas compartidas,
fue inaugurada el día 27 de noviembre del año 2008 y estará en exhibición hasta
el 28 de febrero de 2009.
La muestra de ambos autores está
dividida en dos salas, La de Frida en la sala Oriente y la de Diego en la Sala
Poniente. En el Hall que une ambas muestras se puede apreciar parte de los objetos
prehispánicos mexicanos que Diego se dedicaba a coleccionar.
El recorrido de la muestra puede
tomar varias horas si se quiere apreciar realmente lo que allí se encuentra;
existen visitas guiadas que se pueden concertar con anticipación, de esta
manera el público puede ahondar mas en la vida y obra de ambos artistas.
La muestra en general es bastante
completa, aunque se echan de menos obras de Frida como “la Columna Rota” o “Las
Dos Fridas”, pero no por ello deja de ser un privilegio el observar la
selección de obras que se trajeron hasta nuestro país. El poder observarlas tan
de cerca emociona intensamente, como la pintura que ella hizo en el año 1932,
cuando estuvo en el Hospital Henry Ford, debido a un aborto espontáneo
que sufrió. Realmente el cuadro transmite el inmenso dolor y frustración que la
embargaba en esos momentos. Contemplar esa imagen a solas remece las fibras más
sensibles, y es imposible evitar que broten las lágrimas al tener tan cerca esa
imagen, se llega incluso a palpar la presencia de su autora a través de la
misma, realmente uno logra conectarse con ella y es transportado en el tiempo
de forma inmediata.
“Unos cuantos piquetitos” fue una pintura que ella realizó
basada en una noticia que apareció en un diario local, el cual informaba la
muerte de una mujer por parte de su pareja; el hombre apuñaló a su mujer varias
veces y cuando le preguntaron acerca de lo que él había hecho lo único que
respondió: pero si solo fueron “unos cuantos piquetitos”, frase con la que
Frida tituló su obra. Esta pintura no solo representa este hecho pasional sino
que también el dolor que Frida sufría en esa época, pues durante ese período
descubre que Diego la había engañado con su propia hermana, y eso nunca se lo
perdonó. De alguna forma Frida se presenta aquí como la mujer apuñalada que
yace muerta en la cama (los piquetes serían la traición de Diego), pinta el suelo con el color del estudio de
Diego, el cual aparece bañado en sangre, sangre que incluso ella aplica en el
marco que rodea a la pintura, y si se observa con atención la madera está
maltratada, como si la hubieran marcado con un puñal; además en la muralla
pinta una parte de azul, que emula La Casa Azul, que ellos compartían.
Se pueden apreciar también pinturas
como “El camión”, del año 1929, donde Frida ilustra a través de los personajes,
las diferentes clases sociales, esbozando poco a poco lo que mas adelante sería
su ideología. Está el retrato de Eva Frederick, el de Luther Burbank, así como
varios de sus autorretratos y bocetos con lápices que ella realizó.
Se pueden apreciar también una
amplia colección de vestidos típicos mexicanos, se dice que algunas de estas indumentarias fueron
utilizadas por la misma artista. También hay fotografías de la época y
documentos que mencionan la vida y obra de Frida.
En el salón de Diego, al igual que
en el de Frida, también se encuentran documentos fotográficos e impresos de la
época, que muestran sus logros, vida y obra.
Aquí se pueden apreciar algunos
dibujos originales que Diego utilizó para realizar sus majestuosos murales. Su formación
académica se percibe de inmediato, así como el conocimiento de la figura
humana, a diferencia de Frida él comenzó desde muy pequeño a pintar, apoyado
por sus padres, ellos siempre lo
incentivaron y ayudaron en su desarrollo artístico lo cual fue una gran
ventaja pues siendo muy joven ya era un gran artista.
Algunas de sus imágenes
tienen una fuerte influencia del Realismo Español, después se dejó embelesar
por el Cubismo; también se pueden admirar una serie de retratos de gran
formato, muchos hechos por encargo, en los cuales el plasmaba, la mayor parte
del tiempo, la belleza de las modelos femeninas que posaban para él; se puede observar la obra“Retrato de Ruth”,
corresponde a una pintura que el hizo a una de las hijas que tuvo en su segundo
matrimonio. Además encontramos aquí una pintura muy interesante que pertenece
al Museo La Chascona, que es el Retrato de Matilde Urrutia, el cual fue realizado
en un período en que la relación que ella tenía con Pablo Neruda era secreta; el
autor, sutilmente, en la cabellera de la
mujer insinúa el perfil de quien fuera su amante secreto, si se observa con
detención se puede percibir. Pero finalmente es en el muralismo donde Diego encuentra
su propia identidad artística y sello personal, forma de expresión donde más se
destacó, junto a Sequeiros y Orozco, con los cuales fundo el “Muralismo
Mexicano”.
Ambos autores son muy diferentes,
los une la pasión por el arte y compartir las mismas ideologías políticas, lo
que siempre los separa es su personalidad, un Diego infiel y machista y una
Frida dolida física y emocionalmente, muchas veces postrada por los intensos
dolores se ve limitada a trabajar con el referente mas cercano, ella misma y su
propia imagen reflejada en el espejo, su fiel compañero. Pero a pesar de sus
diferencias siempre se necesitan, Diego no podía vivir sin Frida y viceversa,
una relación llena de amor y odio, de encuentros y separaciones, de traiciones
y perdones, una representación de la vida misma que cualquiera de nosotros
puede haber experimentado en algún momento de nuestra existencia y por ello podemos
sentirnos identificados con uno u otro autor, con su obra con su vida y con su
muerte. ¡Viva Frida, Viva Diego Viva el Arte que rescata lo bueno!
Viviana Eugenia Pérez Lorca
Licenciada en Arte y Fotógrafa
Horarios de Visita:
Abierto todos los días desde las
10:00 hasta las 20:30 horas
Entrada general $600 pesos,
estudiantes, convenios y adulto mayor $300, menores de 5 años entran gratis.
Entrada liberada de lunes a viernes entre las 10:00 y 12:00 horas.
Visitas Guiadas:
Estudiantes y grupos organizados:
martes a viernes de 10:00 a 16:00 horas/Público General: sábado de 11:00 a
15:00 horas, valor visita $400 pesos
Cuenta Cuentos:
A partir de las 13:00 horas, en la
Cineteca del Centro Cultural Palacio de la Moneda, se puede asistir solo o en
familia a escuchar los cuentos de Frida y Diego, acompañados de bellas
ilustraciones proyectadas mientras se narran las historias. También está el
cuento nacional Jemmy Button y la Animación de Charles Darwin, imperdibles para
los que visitan el lugar.
Agradecimientos especiales a todo el
personal del Centro Cultural que gentilmente me ayudó y permitió realizar los
registros fotográficos de la muestra y de las visitas guiadas, que ilustran
esta maravillosa exhibición que tuve el privilegio de visitar y contemplar por segunda vez. Imágenes
exclusivas para Fancity.cl (martes 20 de enero de 2008).
Biografías de los
autores(*)
Frida Kahlo:
Nace en 1907, en Coyoacan, México.
En 1914, enferma de Poliomelitis
En 1922, Frida conoce a Diego Rivera
cuando este realiza un mural para su colegio
El 17 de septiembre de 1925, sufre
un accidente mientras va de regreso a su casa en autobús. Se fractura la pelvis
y la columna. Durante su período de convalecencia comienza a pintar,
incentivada por su padre que le regala su juego de pinturas y pinceles.
1926, Pinta su primer autorretrato
con traje de terciopelo.
1927, Se une a las Juventudes del
Partido Comunista.
1929, Frida se casa con Diego
Rivera. Ese mismo año parten a Estados Unidos, donde permanecen por tres años.
Durante este período Frida sufre un aborto y es internada en el Hospital Henry
Ford
1933, regresan a México
1934, Frida sufre de apendicitis,
tiene otro aborto y le realizan una operación en su pie derecho. En el verano
de ese mismo año Frida se separa de Diego al descubrir que tuvo una aventura
con su hermana Cristina.
1937, Leon Trosky llega México
buscando asilo político. Se aloja junto a su mujer en la Casa Azul de Diego y
Frida, en Coyoacán. Frida y Trosky mantienen una relación sentimental durante
unos meses.
1938, Andre Breton visita México.
Frida conoce al Fotógrafo húngaro Nickolas Muray, quien está de visita en
México. Ella viaja a Nueva York e inicia un Romance con él.
1939, Frida viaja a Francia y se
aloja en casa de los Breton. Allí conoce a Kandinsky y Picasso, así como a los
integrantes del círculo de artistas surrealistas de Bretón. Ese mismo año viaja
a Nueva York, rompe con Muray y vuelve a México. Ahí se instala en la casa
Azul, separada de Diego. En el otoño padece de una infección en las manos y
sufre grandes dolores en la columna. Debe guardar reposo y utilizar silla de
ruedas. Debido a su trastorno emocional y físico comienza a beber grandes
cantidades de coñac
1940, su prestigio como pintora
aumenta; expone parte de sus obras en el Museo de Arte Contemporáneo y Artes
Gráficas de México, en el palacio de Bellas Artes de San Francisco y en la
exposición Veinte Siglos de Arte Mexicano en el MOMA de Nueva York.
Durante ese año se reconcilia con
Rivera y el 8 de diciembre vuelven a casarse.
1944, La salud de Frida empeora,
debe realizarse baños en la espalda, utilizar varios corsés y someterse a
varias operaciones a la columna y a la pierna. Frida comienza a escribir su
diario que continuará hasta la fecha de su muerte.
1946, el Ministerio de Educación le
otorga el Premio Nacional de Artes y Ciencias.
En junio se le practica un injerto
óseo en Nueva York. Cuando vuelve a
México debe utilizar grandes cantidades de morfina para mitigar el dolor.
1948, a petición de Diego, Frida
solicita nuevamente su ingreso al Partido Comunista, lo que se le concede en
seguida.
1949, la gangrena se apodera del pie
de Frida
1950, Frida se somete a seis
operaciones a la columna, permanece la mayor parte del año en el hospital,
cuando se siente mejor pinta. Diego la acompaña desde una habitación contigua.
1951, Frida se ve obligada a
utilizar de forma permanente una silla de ruedas
1952, inicia una serie de
naturalezas muertas.
1953, Frida realiza su primera
exposición individual en la Galería de Arte Contemporáneo de Lola Álvarez Bravo
en la ciudad de México
Finalmente el 13 de julio del año
1954, Frida muere. Oficialmente se determina que la causa de su muerte fue una
embolia pulmonar, sin embargo se sospecha la posibilidad de un suicidio
Diego Rivera
Nace en 1886, en Guanajuato, México
En 1907, a los 11 años comienza su
formación artística, tomando clases nocturnas en al Academia de San Carlos
En 1915 gana la beca del gobernador
de Veracruz para estudiar en España.
1922, Diego realiza su primer mural
“La Creación” en la Escuela Nacional Preparatoria, colegio en el que estudiaba
Frida Kahlo.
En 1928 Diego y Frida se conocen
formalmente. En este período él incluye el retrato de Frida en el panel
“Arsenal” del mural de la Secretaria de la Educación Pública.
1929 Diego y Frida se casan. A pesar
de sus distanciamientos y separaciones su matrimonio duró 24 años. Frida fue la
tercera esposa de Diego. La primera fue Angelina Belfo, con quien tuvo un hijo
llamado Miguel Ángel, que muere antes de los dos años. Luego se casa con
Guadalupe Marín, con quien tuvo dos hijos, Guadalupe y Ruth.
Durante ese mismo año Rivera es
expulsado del Partido Comunista después de aceptar un encargo del Gobierno
Mexicano.
En Enero él y Frida se trasladan a
Cuernavaca, donde realiza una serie de murales para el Palacio Cortés, por
encargo del embajador norteamericano Dwight W. Morrow.
En noviembre viajan a Estados Unidos
1931, Diego y Frida vuelven a México
por cinco meses. En noviembre vuelven a Nueva York. El 22 de diciembre, se
inaugura la exposición retrospectiva de Diego Rivera, en el Museo de Arte
Moderno de Nueva York,
1932, ambos viajan a Detroit, donde
Diego tiene el encargo de pintar, para la empresa, Ford Motor Company, un mural
en el Instituto de Arte de Detroit.
1933 Diego y Frida viajan a Nueva
York, pues él ha aceptado pintar un mural para el Rockefeller Center. El 9 de
mayo se termina el contrato debido a que Rivera incluye el retrato de Lenin en
el Mural. La General Motors cancela el encargo que le hizo para la Feria
Mundial de Chicago. En junio Rivera acepta realizar otro mural para la New
Worker´s School. En diciembre ambos regresan a México.
1934, Diego tiene un amorío con la
hermana de Frida por lo cual se separan.
1935, realiza un mural en el Mercado
Rodríguez
1936, en julio estalla la guerra
civil española. Diego junto con Frida trabajan a favor de los republicanos y
reúnen Fondos para enviar refuerzos desde México para combatir las fuerzas de
Franco. En septiembre Rivera se afilia a la sección mexicana de la Liga
Comunista Trotskista. Durante esos años sufre de problemas oculares y renales,
es hospitalizado y permanece un buen tiempo en reposo.
1938, recibe a Leon Trosky en su
casa.
1939, Diego se retira de la IV Internacional tras manifestar sus
diferencias con Trosky.
1940 Diego y Frida vuelven a casarse
después de una breve separación.
1942, se inicia la construcción
de Anahuacalli, un museo que albergaría
la colección de objetos precolombinos de Diego Rivera.
1947, Diego es hospitalizado por una
neumonía bronquial.
1948, Rivera mantiene públicamente
una relación con la actriz María Félix.
1955, a Diego se le diagnostica cáncer.
Durante ese período se casa con su promotora de arte Emma Hurtado, un año
después de la muerte de Frida Kahlo.
1957, Diego Rivera fallece a causa
de una deficiencia cardíaca.
(*)Información
obtenida del libro “El Diario de Frida Kahlo”, de la editorial Norma y del
catálogo de la muestra “Frida y Diego: Vidas compartidas”
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