“El León, la Bruja y el Ropero”, es el título del primer libro de la saga compuesta de siete libros llamados “Las Crónicas de Narnia” creadas por Clive Staples Lewis (1898-1963) o como le gustaba que le llamaran sus amigos, Jack.
Lewis fue profesor durante 25 años de literatura y lenguaje del Magdalene College de Oxford, formó parte de The Inklings, un grupo de Profesores de Oxford interesados en literatura medieval. Que se juntaban a discutir en la casa de Lewis o en un pub conocido como “The Eagle & the Child” sus historias. En este grupo de encontraba también el destacado escritor J.R.R. Tolkien quien, claramente, fue uno de los que inspiró con su obra, “El Señor de los Anillos”, en gran parte a Lewis a escribir “Las Crónicas de Narnia”.
Esta saga, consta de una cantidad modesta de páginas (cercanas a las docientas pag.), en las cuales nos narra un mundo paralelo al nuestro donde existen criaturas mitológicas, inspiradas en su mayoría por los mitos griegos. Estos seres viven en una dimensión paralela, y su tiempo se encuentra en la época medieval. En Narnia, donde el tiempo pasa más rápido que en nuestro mundo, sólo puede ser accedida por niños (que posean corazones puros… o medianamente puros) y aunque no estén dispuestos, en un principio, a aceptar Narnia, ellos pueden volver a creer en la magia, y que realmente existe, solo hay que buscar en los corazones.
“El León, la Bruja y el Ropero” se sitúa en la bombardeada Inglaterra de la Segunda Guerra Mundial, donde cuatro hermanos (Lucía, Edmundo, Pedro y Susana) son llevados a vivir a la casa del Profesor Kirke.
En una tarde de lluvia (aunque la lluvia debería darse por supuesta en Inglaterra, ¡Por Dios si allá con suerte no llueven cinco días al año!), y por lo demás una tarde muuuuuy aburrida en la casa del Profesor Kyrke, no se les ocurrió otra cosa mejor que jugar a la escondida, y es ahí cuando Lucy (la hermana menor) descubre, en una habitación, sólo un ropero, en el que ella decide esconderse, pero, sin saberlo, este ropero es la puerta a Narnia.
En Narnia estos cuatro hermanos, son partícipes de una de las más grandes batallas épicas en la historia de Narnia.
Las dos partes que forman parte de esta guerra por el trono de Narnia, están compuesta por las facciones de la Bruja Blanca, las cuales están compuestas por lobos, cíclopes, minotauros, goblins, harpías, sátiros, enanos, etc…
El ejercito de Aslan (el verdadero Rey de Narnia, obviamente es el bueno de la película), está compuesto por humanos, castores, grifos, gigantes, osos, dríades, leones, fénix, rinocerontes, etc…
Ahora, en la parte técnica de esta gran producción de Disney, encontramos como Director y Productor Ejecutivo se encuentra Andrew Adamson, seguramente elegido por su carrera como Supervisor de Efectos Especiales en Mentiras Verdaderas, Tiempo para Matar, Doble Dragón, Batman y Robin, etc… y Director en las películas de DreamWorks: Shek y Shek 2.
En el área de efectos especiales se encuentran las Premiadas compañías Sony Pictures Imageworks, compañía que se ocupa de la creación de creación de personajes y producción digital. KNB EFX, encargada del maquillaje de las criaturas y de los personajes.
Y como para rematar esto se encuentra en llevar a cabo las criaturas, diseños de armaduras y armas, WETA Workshop, la destacada compañía que trabajó en la trilogía de “El Señor de los Anillos”, que se entretuvo disfrazando a personas de orcos.
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